Caminar durante el atardecer por el paseo peatonal Baquedano, permite experimentar parte del pasado glorioso de Iquique, ciudad relacionada estrechamente con las glorias navales y la riqueza que dejó el salitre. Sus casonas de madera, coloridas todas en tonos pasteles, son acompañadas por los rieles del antiguo tren que adorna sus calles adoquinadas. Es un excelente paseo patrimonial de principio a fin.